sábado, 26 de octubre de 2019

UNA EXPERIENCIA MUY DULCE...

Uno de los atractivos de la Ciudad de los Almirantes, es su buen gusto gastronómico y sobretodo su buena repostería, pero hoy nos detenemos en una de las pastelerías con mas sabor de la localidad, la que guarda celosamente la receta de su producto estrella y por el cual, han conseguido su gran popularidad.
Los Marinas son unos pasteles centenarios, su origen nos remonta al 1858, y es el propio apellido de la familia el que da nombre al afamado producto y el que ha sabido trasmitir esta misteriosa receta entre los miembros de la familia.
Se trata de un hojaldre con crema y recubierto de azúcar glass pero los propios ingredientes de este pastel son un secreto, y su forma de prepararles otro, ya que estas, las ultimas herederas de Don León Marina, tras pedir el famoso dulce, y desaparecer tras una puerta, hacen que la larga espera, sea recompensada con el buen sabor de boca que deja ese exquisito manjar...


Publicidad del año 1932, de una vieja guia de mi coleccion
Del propio cartel destacar el propio eslogan y la direccion, que como ahora la Republica se encargo de cambiar...


La pastelería estaba situada en la calle de los Lienzos, aunque hoy el local esta ubicado en la carretera Nacional 601, quizás este sea uno de los secretos de este viejo negocio, la buena ubicación, aunque a veces me da miedo el pensar que podrá pasar el día que el progreso saque el trafico rodado del corazón de Rioseco, dejando quizás herido de muerte a nuestro comercio.
Lo mas raro quizás, es que con la fama que atesoran sus famosos pasteles, estos solo se venden en su pastelería y es que en este eslogan, parece ser que ya lo tenían claro, ya que en este anuncio de 1932 de una antigua guía de mi colección aparece con claridad, dejando claro que prefieren tener una escasa producción sin perder ese carácter artesanal, lo que si es verdad que el mejor complemento a tan bella estampa al recibir los pasteles, es la propia decoración del local...


jueves, 15 de agosto de 2019

RETABLO MAYOR DE LA IGLESIA DE SANTA MARIA...

Retablo Mayor de la Iglesia de Santa María
Postal de los años 50 en una calidad superior, editorial Grecor Nº39
Como curiosidad de la foto las lamparas colgantes...

La historia de este nuestro retablo la trasladamos en el tiempo, a enero de 1568, año de la llegada del primer gran protagonista de nuestra historia, Gaspar Becerra a España, venido desde Italia donde se ha formado en el arte como pintor y escultor con los mejores de su tiempo a lado de Tiziano y Miguel Ángel, convirtiéndose gracias a sus habilidades artísticas en el pintor del techo del torreón del Pardo de Madrid, adquiriendo gran estima por el trabajo realizado por parte de Felipe II y la corte, el es el autor de lo que a día de hoy contemplamos en nuestra iglesia, una magnifica traza de un arte soberbio, que estaba destinada a la exaltación de la Virgen María, pero Becerra fallece y su viuda vende la traza a la iglesia.
Y es en 1573 donde entra a formar protagonismo de esta obra nuestro segundo artista, después de la finalización de la Capilla de los Benavente, Juan de Juni recibe el encargo de la realización del retablo con el dibujo del desaparecido Becerra, convirtiéndose así en jefe de obra, teniendo a sus dos oficiales como ayudantes, Pedro de Bolduque y Francisco de Logroño y Gaspar de Umaña como ensamblador de la misma, la única condición que la iglesia impone al maestro es que se cumpla a la perfección el dibujo de Becerra, pero pronto el genio de Juni creara las primeras desavenencias incumpliendo la traza original.

Retablo Mayor de Santa María, detalle San Pedro.
Postal de la editorial Grecor nº31 años 50.

Para lo cual entra nuestro tercer protagonista de esta azarosa obra en escena, Esteban Jordán, al que la iglesia manda en 1577 examinar el trabajo realizado en el taller de Juni, el cual dictamina que la obra esta errada y no va de acuerdo al dibujo original, la muerte ese año sorprende al maestro Juni, el cual al no poderse ya encargar de la obra, esta es ofrecida a Esteban Jordán para que se encargue de la culminación de la obra y es en 1590 cuando el retablo queda asentado definitivamente.
En 1601 fallecido ya Esteban Jordán, entra nuestro cuarto protagonista de nuestra obra, Mateo Enríquez al cual se le encargara las esculturas del ático y el retoque de la Virgen de la Asunción y para terminar como ultimo artista de la tan magna obra se encargara a Pedro de Oña la policromía del retablo con rico oro estofado y delicados colores, Francisco de Verano se encargara del desmontaje de la obra y dejarlo asentado después la policromía.
Para terminar en 1605 Juan Pantoja de la Cruz y Francisco Pérez de Quintana se encargan de la tasación de la pintura dando así finalización a tan bella obra.

Retablo Mayor de la iglesia de Santa María .
Detalle de la cabeza de San Pablo
Postal de la editorial Grecor años 50 nº33.

Como finalización a este articulo de esta semana en el año 2008, esta gran obra fue restaurada por la empresa Uffizzi Conservación y Restauración de Bienes Culturales dando a la obra la belleza que después de siglos y restauraciones poco acertadas se merece, y creando una magnifica exposición en la que apreciar la altura y volumen de las figuras del retablo...