En aquellos años de penurias y escaseces. Una primera comunión era un dispendio que no todas las familias podían permitirse. Los gastos eran enormes para la mayoría de las economías. El traje y los complementos costaban una pequeña fortuna.
Toda comunión que se preciase debía dar estampas, de recuerdo, durante el convite o, tras éste, en la visita domiciliaria a los amigos de la familia.
Para que se hagan una idea, vean lo que costaban las estampas. Parece poca cosa que una estampa cueste 15 o 20 céntimos, pero lean y comparen: En el año 1930, un kg. de carbón –tan imprescindible entonces- valía 0’18 cént.; un litro de leche, 0’60 cént.; un kg. de azúcar, 1’80 pts.; un kg. de garbanzos, 0’58 cént.; un kg. de trigo, 0’46 cént.
Y estas no eran de las más caras.
DIFERENTES MODELOS DE ESTAMPAS
Modelo con foto seguramente el mas caro. la foto esta firmada por Villanueva Anverso de la postal |
Reverso de la foto de arriba que a su vez hace de tarjeta postal Esta franqueada en Rioseco con destino Villardefrades |
trascripción de la tarjeta postal:
A mis queridos abuelos les manda este recuerdo de mi primera comunión su nieta
DEMETRIA MARTÍN .
Estampa mas barata simplemente una bonita imagen religiosa mucho mas pequeña |
Reverso de la estampa donde se solía dedicar a sus seres queridos |
Seguro que esta entrada recordara aquellos días de preparativos antes de tomar la primera comunión, en mi caso recuerdo firmando todas las minutas del restaurante dedicando a cada familiar correspondiente...
Qué linda la primera, me encantan las fotografías antiguas...
ResponderEliminarUn saludo